domingo, 27 de febrero de 2011

¡Fuera las garras de la OTAN de Libia!

Declaración Internacional del Partido Comunista (Marxista-Leninista) de Panamá


Bajo la falacia de la “seguridad de miles de ciudadanos residentes en Libia”, la agresiva alianza militar del Atlántico del Norte, la OTAN, se apresta a intervenir manu militari en dicho país soberano y en lucha por conquistar la libertad y la democracia. Con tal palabreja pretenden dotarse del pretexto que les faltaba para enviar sus buques de guerra, aviones y tropas para su undécima predatoria “intervención por motivos humanitarios” en daño ahora del pueblo libio.

La Secretaria de Estado Hillary Clinton, con esa bella cara de concreto que exhibe, hipócritamente ha “exigido” al gobierno de Libia el “cese de la represión masiva” en dicho país, haciéndole sentir la amenaza del garrote de la intervención militar yanqui allí. Ella se hace de la vista gorda ante las matanzas en masa de civiles, las viles torturas y asesinatos de combatientes patriotas que escenifican en Afganistán, Irak y otras partes del mundo las tropas y mercenarios yanquis, sus cipayos internos y los innúmeros centros ilegales de detención, de los por ellos calificados, de “terroristas” por el simple hecho de luchar por la independencia de sus patrias agredidas y ocupadas. En esa misma onda, el socialfascista español Zapatero y el neofascista Berlusconi, tomando la iniciativa, movilizan y concentran sus armadas en áreas del Mediterráneo central cercanas a la costa de Libia, en plan de provocadora “vigilancia”. Por su parte, Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la alianza atlántica, títere del imperialismo yanqui, ha convocado a los embajadores de los países miembros a reunión urgente para estudiar la situación, tomar las medidas pertinentes y el avalarse el apoyo de organismos internacionales como la Unión Europea y la ONU. Todos sabemos ya lo que eso significa. La agresión y la intervención armada, como ha sido los casos de la despedazada Yugoslavia, Serbia, Afganistán e Irak, nos lo han indicado. Así como el costo que han tenido que pagar dichas naciones por tales intervenciones “humanitarias” de los imperialistas de la OTAN y de Estados Unidos de Norteamérica. ¡No dejemos eso se repita en Libia!

Los comunistas (ml) de Panamá condenamos firmemente una tal iniciativa bélica, intervencionista y genocida. Ella no tiene justificación alguna, ni es una fórmula que asegure la paz, la democracia y el pleno disfrute soberano de sus recursos naturales por parte del pueblo líbico.

Ciertamente, la confrontación entre el pueblo en justa rebelión y el masacrador Khaddafy ha alcanzado el nivel de la guerra civil, de la abierta guerra de clases. A una revolución popular democratizadora antidictatorial, rompedora de la cadenas forjada por una oligarquía burocrática y militarizada y frenadora del progreso social en la sociedad libia. Con todas las destrucciones y violencias que ello implica, eso es un asunto interno de la competencia exclusiva de los trabajadores y la sociedad libia.

Fórmula revolucionaria, de alcanzarse, chocaría evidentemente con los intereses económicos de las grandes transnacionales europeas y norteamericanas, sus inversiones y, de seguido con aquellos estratégicos de los Estados imperialistas ribereños y, en particular aquellos estadounidenses. Por lo que, pese se trate de ocultar tras la falsa bandera “por motivos humanitarios” y protección de “ciudadanos allí residentes”, no es más que una nueva agresión armada contra una nación soberana. Una descarada y cínica excusa con que ocultar su intención real de despedazar al país, pisotear con sus botas claveteadas la soberanía y la libertad, masacrar a un pueblo que sólo quiere ser libre.

A la luz de pretendida intervención “humanitaria” de la OTAN que se configura en todo y por todo en una verdadera guerra de agresión militar, no contra el tirano Khaddafy, su títere y cómplice en la depredación y saqueo de libia, sino que en daño del pueblo trabajador libio, ha impulso de Obama que sigue la senda de Bush II, de Berlusconi, Aznar y Zapatero, empeñados de siempre de imponer cadenas colonialistas contra pueblos que por su consciencia y vocación antiimperialista de siempre, se vislumbra su continuada ambición y designios de sentar las bases de la gobernanza mundial, como la construcción del imperio mundial de la superpotencia yanqui.

Por lo que, a la luz de cómo van las cosas, a estas alturas se hace casi imposible detener el movimiento de la máquina de guerra antilíbica. Los destructores de Irak, los criminales de Afganistán, los genocidas de Gazah, sólo podrán ser detenidos por la movilización de todos los pueblos del mundo, tal y como en su momento en víspera de la II guerra del golfo aunque infructuosamente.

Pese a todo, es su deber internacionalista, la clase obrera y los pueblos deben movilizarse masivamente con miras a entrabar dicha máquina de guerra e intervención armada contra los pueblos del Mahgreb en general, y de aquel líbico en particular.

¡Fuera los imperialistas del Norte de África!

¡Fuera las garras de la OTAN de Libia!

¡Fuera los imperialistas yanquis de Irak y Afganistán!

¡Fuera las bases aéreo-navales gringas del territorio de Panamá!

Comité Político del
Comité Central del Partido
Comunista (Marxista Leninista)
de Panamá

25 de febrero de 2011


































viernes, 25 de febrero de 2011

Sobre los acontecimientos de Libia

HERRI DEMOKRAZIA

Existe gran confusión en torno a los acontecimientos que están sucediendo en Libia, la situación es grave, se están dando combates con muertos y heridos, aunque no es posible hablar de cifras fiables, y las distintas fuentes hablan de cifras completamente dispares. Falta casi totalmente información fidedigna sobre que está pasando realmente en ese país, lo que contrasta con una inflación de opiniones y propaganda. Tenemos dudas de que es lo que realmente está sucediendo, entre otras cosas porque, como ya hemos dicho antes, no hay datos suficientes ni información contrastada.

El Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), y en Líbano Hezbollah y el Partido Comunista Libanés se han posicionado contra Gaddafi. Creemos que estas fuerzas de la nación árabe tienen gran legitimidad para emitir juicios y su posición debe ser tenida muy en cuenta ya que saben de lo que hablan y tienen una muy amplia y destacada trayectoria y experiencia de lucha anti-imperialista (no exenta de contradicciones y errores), y que esta no se circunscribe al pasado sino que se mantiene viva en el presente. Lo que queremos decir con esto, es que siendo fuerzas referenciales árabes hay que tener en seria consideración los análisis que les han llevado a tales posicionamientos. Entendemos que estos estarán basados en informaciones y consideraciones lo suficientemente sólidas. No afirmamos más, tampoco menos.

Por abrir el enfoque: También entre quienes se han posicionado criticando a Gaddafi están por un lado el Gobierno baazista de Siria y por otro la República Islámica de Irán.

Posiblemente el imperialismo occidental esté metiendo la cuchara y revolviendo dentro del país, y si no lo está haciendo ya lo va a intentar en breve. En ese sentido son muy preocupantes las ultimas declaraciones de intenciones de la UE y de la OTAN sobre posibles intervenciones militares en Libia bajo la mascara de una "acción humanitaria".

Quedan muchas incógnitas por ser aclaradas, muchas cosas que están saliendo en los monopólicos medios burgueses de difusión y adoctrinamiento son, digamos, raras o sospechosas:

¿Como es posible que en menos de una semana la oposición se haga con el control de numerosas ciudades y de gran parte del territorio del país?

Si es cierto que el ejército ha bombardeado a manifestantes y demás población civil ¿por qué no existe aún ni una sola imagen que lo atestigüe y certifique?

¿Por qué vemos en las manifestaciones banderas de la antigua y ultrarreaccionaria monarquía opresora? ¿Es esta una imagen parcial manipuladora e interesada de lo que está sucediendo en Libia y que por tanto no refleja correctamente los hechos que están sucediendo?

Son preguntas que hay que hacerse, más teniendo en cuenta manipulaciones no muy lejanas y tan gigantescas como las que el imperialismo occidental en su día puso en funcionamiento para agredir y destruir Yugoslavia e Irak.

A pesar de estas incertidumbres ¿podemos descartar que exista verdaderamente descontento y hasta hartazgo entre las masas populares libias, que haya habido un levantamiento popular, y que este se haya producido como contagio de lo que está pasando en otras partes de la nación árabe (Túnez y Egipto) principalmente? Entendemos que no, es más, es bastante probable. En este contexto es lógico pensar que las fuerzas islamistas más reaccionarias, y sectores que representan el conservadurismo monárquico y otras fuerzas reaccionarias opositoras han aprovechado la situación y comienzan a hacerse visibles. En cualquier caso, consideramos que es un error apoyar a Gaddafi por el hecho de que alguna vez en un pasado ya bastante lejano (los 70 y 80 del siglo XX) tuviese algunas posiciones anti-imperialistas y progresistas, aunque fragmentarias e inconsistentes. Gaddafi hace no menos de una década que ha traicionado completamente su pasado y al Pueblo libio en vergonzosos tratos con el imperialismo. Está claro que Gaddafi hace años que dejó de ser un líder progresista y anti-imperialista convirtiéndose en un reaccionario, quien quiera puede investigar y buscar datos.

No por ello vamos a perder la perspectiva, el enemigo principal es el sistema capitalista-imperialista y nunca hemos compartido el "ninismo" que ponía en el mismo plano a EE.UU. y la OTAN con p.ejemp. a Milosevic y a Saddam Hussein. Es necesario estar alerta y denunciar cualquier maniobra del imperialismo para convertir a Libia en un Estado títere.

Volvemos a repetir que no está claro, que existen dudas sobre lo que está pasando en Libia, dicho esto, desde luego no creemos en teorías de la conspiración para explicar la ola de revueltas que están sacudiendo el mundo árabe. El imperialismo es asesino y cínico, pero frecuentemente es sobre valorado creyendo erróneamente que es omnipotente y que nada se le escapa de sus manos. Por supuesto no dudamos que el imperialismo mueve sus hilos entre bastidores, dice una cosa mientras en los hechos hace otra, juega con distintas barajas y trata de resituarse ante nuevos escenarios geopolíticos, y deja caer a sus viejos aliados cuando estos le estorban para defender sus intereses estratégicos fundamentales. Veremos que es lo que está realmente sucediendo en Libia; nosotros estaremos con el Pueblo trabajador oprimido y explotado, y defendemos y defenderemos cualquier revuelta, cualquier insurrección que responda a los intereses de las masas populares oprimidas y explotadas, contra el imperialismo y contra los falsos progresistas.

La “izquierda” conspirativa y la bancarrota del imperialismo

Sade del Colectivo ODIO DE CLASE (2011-02-13)

La unilateralidad, antidialéctica, que caracteriza todo análisis de la “izquierda” conspirativa oculta –y le oculta a ella misma- la profundidad de la bancarrota del imperialismo, que las revueltas tunecina y egipcia han tenido la virtud de mostrar y agravar.

En otra parte ya hemos mencionado aquello que, desde este lado de la barricada, consideramos principal avance de estos últimos dos meses de lucha de masas en Túnez y Egipto: el salto adelante, en un sentido revolucionario, de la conciencia popular y el efecto expansivo de sus luchas a otros países.

Pero no se detienen ahí los aspectos positivos de las revueltas que agitan el norte de África. Del otro lado de la barricada, el gigantesco aparato burocrático integrado por las agencias de inteligencia de los países imperialistas, sus estructuras diplomáticas centrales y periféricas, sus agencias de cooperación sobre el terreno, sus analistas económico-financieros, etc., estructuras todas ellas que devoran millones y millones de euros diarios, han fracasado estrepitosamente en su labor de anticipación de los acontecimientos, de previsión del futuro inmediato y, en consecuencia, en su capacidad de condicionar a priori ese futuro.

La provisionalidad de la situación política tunecina a la que, por el momento, no se vislumbra una salida estable, acorde con los criterios de estabilidad que interesan al imperialismo; y, aún más, la actitud final de Mubarak –un monigote sangriento amortizado y más que amortizado por el imperialismo-, que al aferrarse patéticamente a la presidencia egipcia hizo peligrar la misma estrategia imperialista a la que ha servido durante los últimos 30 años, ponen a las claras la incapacidad estadounidense y unioneuropea para mantener bajo su control absoluto una zona geoestratégica vital para sus propios intereses.

Por supuesto que los imperialistas están “detrás” de las revueltas en Túnez y Egipto, pero no por lo que afirma la “izquierda” conspirativa: están “detrás” porque van “a remolque”. Y con la lengua fuera por la inimaginable –para ellos- tenacidad de unos pueblos a los que, hace apenas dos meses, despreciaban por su mansedumbre y sumisión ante la mano de hierro de esos dos criminales corruptos llamados Ben Ali y Mubarak.

Y es ahí precisamente, en el desprecio soberano que por las masas populares siente el imperialismo –cuya imagen refleja es, por cierto, la incapacidad de la “izquierda” conspirativa para suponer que el pueblo pueda dirigir su propio destino- donde reside la esencia de su bancarrota: el imperialismo no ha sabido anticipar estas sublevaciones porque el imperialismo, como ideología, no pueden concebir a las masas escribiendo la historia.

Había imaginado un golpe palaciego, había anticipado una sucesión en el trono y ahora se afana, deprisa y corriendo, por articular un remedo de democracia burguesa que canalice hacia los intereses del imperialismo la energía revolucionaria de los pueblos tunecino y egipcio.

Es en este recodo de la lucha donde la izquierda –no conspirativa, sino dialéctica y materialista- debe saber captar la necesidad del partido revolucionario. En él radica que la revuelta se transforme en revolución y la energía popular se canalice hacia el socialismo.

Aprendamos, pues, las lecciones de Túnez y Egipto. Y estemos preparados para cuando nos llegue el turno.

Decenas de miles de manifestantes reclaman en Bilbo derechos democráticos y la legalización de Sortu (2011-02-12)

jueves, 24 de febrero de 2011

Nueva jornada de Huelga General masiva en Grecia contra las agresiones al Pueblo Trabajador

HERRI DEMOKRAZIA

Una nueva Huelga General paralizó ayer Grecia, la primera de 2011. En la primera Huelga General de este año  tras las diez de 2010,  la clase obrera y en general el conjunto de clases trabajadoras  paralizaron practicamente al completo la ctividad económica del país; las manifestaciones fueron multitudinarias (en Atenas y en más de 70 ciudades) y  se produjeron violentos choques entre las fuerzas represivas masivamente despegadas y numerosos manifestantes.

Más información:


Exipto e Túnez; a forza das masas. Un artigo de Miguel Alonso para Correo Vermello

Leido en el blog comunista camarada DAZIBAO ROJO

http://dazibaorojo08.blogspot.com/2011/02/exipto-e-tunez-forza-das-masas-un.html

Tras 18 días de mobilización permanente das masas populares exipcias, no Cairo e as principais cidades do país, o odiado ditador Mubarak tivo que renunciar a pesar do apoio dunha parte do Exercito e dos sectores mais reaccionarios do réxime.

Esta revolta popular, como a vivida en Túnez, parece ter sorprendido a todos, menos ás masas de desherdados que os despóticos e corruptos réximes crearon. Tampouco aos miles de mozos e mozas, fillos das clases populares, que rematados os seus estudos só teñen como alternativa a emigración.

Esta situación é xeneral aos países semi-coloniais do norte de África, polo que a faísca de Túnez pode facer arder toda a pradaría.

O permanente bloqueo da realidade polos mass media imperialistas e o seu afán de presentar como democracias estes réximes, cáese cando a confrontamos coa verdadeira loita de clases que se desenvolve nestes. Os mesmos que minimizan a importancia do movemento obreiro e de clase para resaltar o perigo islamita

As camarillas da burguesía compradora, incluída unha importante parte do xeneralato, amasan grandes fortunas coa súa política de opresión e corrupción a todos os niveis, servindo de gardiáns da "orde" das potencias imperialistas.

Tanto en Túnez coma en Exipto a base mais firme do poder dos satrapas foi e é o Exercito, polo que foi recompensado e mimado. É por isto que, na actual fase (parecida á revolución de 1905 en Rusia a que Lenín calficou como de ensaio xeral) dos procesos que se dan nestes paises, pensar ou presentar ao exercito como garante dos intereses do Pobo é unha falsidade que oculta a manobra de "cambialo todo para que non cambie nada".

Agora ben ese é o punto de vista dende o cuartel xeral da reacción pero dende o das masas, hoxe mais consentes, "que elas fan a historia", non se dá todo por resolto. En Túnez o Ministro de Exteriores tivo que dimitir do "goberno provisional" pola súa actitude aduladora coa súa homologa francesa. Funcionarios do propio ministerio apupárono á súa chegada.

Nos dous países unha onda de reivindicacións salariais e sociais paraliza sectores extrategicos da economia. Fíltrase que crearon comités populares e é un feito coñecido, aínda que ocultado, que todas as comisarias da policía (tanto en Túnez coma en Exipto) foron asaltadas e saqueadas quedando as armas en mans do pobo.

A formación dun partido proletario organizado representa hoxe a tarefa mais urxente e debemos de confiar que as masas e os seus elementos de vangarda acometeran esta historica tarefa co mesmo valor e heroismo que ocupou prazas e rúas.

miércoles, 23 de febrero de 2011

La gran depresión de 1929, el caos (2009) dentro de la Crisis Sistémica del Capital y la absurda teoría de la conspiración (Zeitgeist y variantes)

*Manuel Sutherland

Hace 80 años estalló la crisis más dura que hubo de confrontar el modo de producción capitalista. El jueves negro del 24 de octubre de 1929, naufragó el mercado de valores de New York y miles de inversionistas vieron perder inmensas cantidades de dinero en un santiamén. Fue la más significativa crisis de sobreproducción que había conocido la joven historia del capital. Esa explosión dentro del caos general del sistema, fue apodada como "La Gran Depresión", pero la Crisis que vemos 8 Décadas después, amenaza en hacer ver al '29 como un pequeño estornudo.

Algunos datos del gran desplome de la Economía Mundial

En 1929 el mercado global apenas daba sus primeros pasos. No era aún la internacionalización febril, sin embargo, la ligazón de los mercados era importante y el crush del mercado inicialmente brotado en EEUU se propagó rápidamente por los demás países capitalistas con especial énfasis en los países capitalistas más avanzados.

En solo unas infaustas horas del 24 de octubre 13 millones de acciones que se colocaron a la venta no encontraron a ningún comprador, lo que ocasionó la ruina por insolvencia crediticia de cientos de especuladores y miles de ahorristas. Pero el impacto más grave no fue el financiero, sino la drástica disminución de la producción industrial que entre 1929 y 1932 cayó en un 38 por ciento a escala mundial y en un 50 por ciento en EEUU. Es decir, se produjo apenas la mitad de lo que se había producido apenas el año anterior, una real catástrofe.

La crisis demostró abiertamente la falsedad de la teoría (metafísica) económica burguesa que hablaba de crecimiento estable y superación de los inconvenientes sociales que están ligados intrínsecamente al capitalismo. Sistema ineficaz e ineficiente que sólo se sostiene por el tenaz esfuerzo de las clases opresoras -latifundistas y burgueses- en explotar a millones de trabajadores.

Cuales son las verdaderas causas de la crisis del '29 y como se reflejan en la actualidad

La crisis del '29 y la actual son crisis  de sobreproducción y de allí sus fenómenos subalternos como: subconsumo, fusiones, quiebras generalizadas etc. La causa de la anárquica sobreproducción radica en dos contradicciones fundamentales del sistema: la producción cada vez más socializada de las mercancías versus la apropiación cada vez más privada y concentrada del resultado de la venta de las mercancías; y a la depauperación relativa y absoluta en la que se encuentran los productores y la vez consumidores en masa de las mercancías que ya no se pueden vender. Esto significa que la plusvalía no podrá realizarse, es decir; que no se venderán las mercancías que permitan que el empresario tenga ganancias y cubra los costos en capital variable -salarios- y en capital constante -maquinarías y materia prima-

En este proceso, la variable clave es la tasa de ganancia, que los marxistas con sobrada evidencia empírica aseguramos está en pleno descenso a nivel mundial. Claro, exceptuando el caso de nuestro capitalismo rentístico que facilita las "patrióticas" tasas de 200% y 300% todo ello debido a las distorsiones político-económicas de nuestra estructura (im)productiva.

Ahora en el 2008-2009, cuando asistimos al inicio de la fase depresiva dentro de la crisis sistémica del capital, vemos la forma como los "humanitarios" empresarios finlandeses botaron al mar millones de litros de leche de alta calidad y como burgueses brasileros hicieron lo mismo con el café y los estadounidenses con el maíz; a fin de evitar un desplome mayor de los precios. Lo que evidencia la gravedad de la sobreproducción y la imposibilidad de vender sus mercancías. Lo cual presiona los precios a la baja y reduce las ganancias. Lo anterior trae como consecuencia, que sea más rentable destruir las mercancías antes que regalarlas, debido a que concederlas a los millardos de personas en situación de pobreza, haría que los precios bajasen aún más.

Solamente el alto grado de concentración y centralización del capital ha podido frenar un poco esta tendencia a la baja de precios gracias a una disminución drástica de la oferta. Sin embargo, para quienes critican la teoría de la sobreproducción desde teorías pseudomarxistas (como la de la conspiración o la de la superespeculación financiera) es vital entender que el indicador básico de medición empírica de la sobreproducción no radica en el stock o inventario "congelado". No, la esencia de la medición estriba en la Capacidad Ociosa, es decir, en la capacidad instalada sobrante dentro de la industria. En una entrevista que le realizamos, junto con la holandesa Tessa Marsman, al economista belga Henri Houben, nos cuenta sobre este respecto, que el índice de sobreproducción para la rama automotriz europea, esta muy por encima de los 30 millones de autos anuales. Lo cuál trae grandes costos sociales y evidencia la ineficiencia y anarquía de un sistema que desaprovecha las capacidades técnicas de producir lo que realmente requiere la población para cubrir sus necesidades fundamentales en materia de transporte (autobús, tren, trolebús etc.)

Explicaciones delirantes, conspirativas y anticientíficas de "izquierdistas" sobre la Crisis

Un compañero que asiste a las sesiones de la Cátedra de economía política marxista abierta a todo público y que realizamos en la UBV y la UCV, llegó con un video que "explica" la crisis, que se titula Zeitgeist. El video era hecho por anarquistas estadounidenses que se niegan a estudiar marxismo y tratan de explicar la crisis mundial como una criminal conjuración de multimillonarios contra el pueblo. Este delirio es conocido como la teoría de la conspiración. Este Detritus Ideológico es a veces mezclado con ideas del imperialismo. Estos pequeñoburgueses, aparte de negar absurdamente la ley del valor y la sobreproducción, tercamente insisten en ver todas las crisis de la historia del modo de producción capitalista, como una acción premeditada de un grupito de banqueros y príncipes de la realeza europea.

Ellos dicen que los capitalistas son un bloque homogéneo que sabe cuando y como producir para no "excederse" en la oferta de sus productos y que además controlan a su antojo la tasa de ganancia. Pero claro, ellos no desean ganar las venezolanas tasas de ganancias de 300%, porque son unos tipos "moderados", unos capitalistas que detestan el máximo beneficio.

Este embellecimiento del sistema se usó para decir que por culpa de Rockefeller y otras familias ricachonas, fue la crisis de 1929. Pero semejante teoría -por irracional- es repetida por quienes quieren hablar de capitalismo y se rehúsan a leer El Capital de Marx. Esta teoría deja entrever que el sistema es esencialmente maravilloso, y se conecta con otras ideas más pequeñoburguesas como las de Naomi Klein, quien desea combatir el neoliberalismo con liberalismo, es decir, criticar al capital transnacional para realzar al capital chico, PYMES, empresas familiares etc.

Una tesis tan alocada con la conspirativa, indicaría que el sistema es estable, que no sufre de crisis, depresiones o contratiempos. Que no existe la anarquía de la producción, la sobreproducción y que todo lo que se produce se vende eternamente sin problemas. Lo que sucede -según ellos- es esa casta de diabólicos (Bilderberg Group, Rey de Bélgica, Los Rochas, Rockefeller, Skull and Bones), príncipes y banqueros que dominan el planeta y causan todos los desastres (incluidas evidentemente todas las crisis). Afirmar que ellos son dueños de TODAS las empresas importantes y que las quiebran adrede es no tener el más mínimo temor al ridículo. Con una proposición así, la solución a los males del sistema sería tan simple como matar a los 300 maldicientes dueños del mundo y dejar que el armonioso capitalismo de pequeñas empresas (Naomi Klein) reine en la tierra. Solamente la derrota tremenda del movimiento obrero a nivel mundial y la victoria esplendorosa del anticomunismo más enfermizo, puede ser caldo de cultivo para una metafísica tan atrasada y chapucera como la de la conspiración y sus variantes.

Algunos datos de la crisis del '29 y la que inicia en el 2009

Si volvemos a la crisis del '29, notamos que a pesar de ser el epicentro el estallido de la burbuja financiera, no es esa la causa sino la consecuencia de un proceso de sobreproducción, en el cual hay excesiva cantidad de capitales que no logran reproducirse -acumular- y que son lanzados al ruedo de la especulación de casino -Keynes sic.- Así, vemos que el aparato reciclador de plusvalía -el banco- es de las primeras ramas comerciales que empiezan a quebrar en masa. Por ello, en el ‘29 se fueron a la bancarrota 9000 bancos, y ahora -2009- se prevé que sólo en EEUU quiebren 6000. En las finanzas es donde se muestran de forma más cruda los problemas del capital, pero ese sector es, como diría Henri Houben, apenas la piel del capital o una parte sobrevalorada del proceso de acumulación donde no se genera valor y sólo se redistribuyen las ganancias provenidas del corazón del sistema: La producción de bienes.

En la Alemania de 1930, la producción industrial disminuyó en 58%. Pero hoy según mi amigo Stefan Engel del PCML de Alemania, la producción manufacturera en ese país se contrajo en 32,5% y la automotriz bajó un 31,5%. Un "análisis" liviano indicaría que:"La crisis del 29-34 fue peor" Pero no, los capitales que ahora se han perdido son al menos decenas de veces más elevados que los evaporados en el ´29. Época donde había muchos sectores de la economía atrasados que estaban lejos de integrarse a al mercado global. Por ello, al apenas estallar los inicios de la crisis 2008 vemos que la producción industrial mundial decreció en 20%, la venta de autos bajó un 25% y la de acero en un 30%.

Hay datos que evidencian la gravedad de la depresión dentro de la crisis sistémica del capital con suma claridad y muestran la magnitud de las bancarrotas a nivel global. El grupo financiero estadounidense CIT, especializado en préstamos para pequeñas empresas se declaró en quiebra (2 de noviembre de 2009). La CIT tiene activos valorados en 71.000 millones de dólares y su bancarrota se constituye en la quinta quiebra más grande en la historia de Estados Unidos, después de la de Lehman Brothers (2008), Washington Mutual (2008), WorldCom (2002) y General Motors (2008). Nótese que salvo World Com (donde el grupo Cisneros perdió mucho dinero) las más grandes quiebras se han dado en estos dos años de inicio de la depresión.

Lo expuesto anteriormente explica los millones de empleos que se perderán, como consecuencia natural de las más fuertes depresiones del sistema capitalista dentro de su acontecer sistémico -Anwar Shaikh contabiliza 150 ciclos del capitalismo en EEUU-.

Soluciones viejas para problemas muy antiguos que los empresarios nos tratan de disfrazar

La crisis es sistémica, no es "fabricada" en las salas de té del Rey de Holanda ni por los dueños de inmensas corporaciones. La crisis no es financiera, se desarrolla en el sector industrial, no se restringe a la economía de "papel". La crisis no llegó "ahora" al sistema, el sistema es caótico y subsiste en el medio de una perenne crisis: alimenticia, productiva, ecológica, ética, cultural y por supuesto socio-económica. Dentro de la crisis hay caídas y auges relativos en los cuales jamás mejora sustancialmente la calidad de vida del trabajador y estas crisis con sus altas y bajas son la constante de cada día en el capitalismo.

En los estallidos depresivos el Estado no interviene para ayudar a los pueblos, sólo lo hace para tratar de rescatar la tasa de ganancia de sus empresarios, es decir, facilita las condiciones de explotación para ayudar a su burguesía. Las "nacionalizaciones" o millonarias compras del estado; son un premio redondo para los gerentes y dueños de fabricas y bancos corruptos. Solo queda un camino para ponerle fin a la crisis para siempre, La Revolución Socialista; el acto donde los opresores dejan de oprimir y los explotados empiezan a dirigir la sociedad de manera planificada con el único objetivo de satisfacer las necesidades fundamentales de toda la población.


*Manuel Sutherland (Ccs. 04-11-2009)


Coordinador de Formación de la Asociación Latinoamericana de Economía Política Marxista (ALEM)

Egipto: La revuelta de la clase media (y el comienzo de una nueva lucha)

Alberto Cruz

CEPRID Sábado 19 de febrero de 2011

http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1079


El entusiasmo que ha despertado en el mundo la revuelta árabe en Túnez y Egipto hay que matizarlo, y mucho. En estos dos países se han logrado algunos triunfos, como la retirada de sus presidentes y el inicio de una etapa constituyente o la disolución del Parlamento, pero no se puede hablar de una derrota de la clase dominante puesto que en ambos países el estamento militar mantiene su control sobre el poder y los recursos. En Túnez y Egipto hemos asistido a una revuelta de la clase media, cada vez más empobrecida y sin perspectivas de promoción política y profesional, no de los trabajadores.

En el caso de Egipto, un país de mayor importancia geopolítica que Túnez, se puede hablar, incluso, de un intento de esa clase media de tomar el poder al verse privada de “sus derechos” como consecuencia básicamente de dos factores: el fraude electoral que dejó sin escaños no ya a los islamistas, prohibidos, sino a cualquier otra opción electoral de formaciones opositoras y el deterioro de la situación económica como consecuencia no tanto debido a un sistema económico que no es cuestionado por esa clase media sino por su depauperización como clase ante el aumento mundial de los precios de los alimentos.

En Egipto desde hace años se asistía a un cada vez mayor resquemor de la clase media ante el mantenimiento, sin perspectivas de cambio, de un sistema político y económico centralizado en las oligarquías militares que desde 1952 han venido gobernando y controlando de forma hegemónica los recursos del país. Aglutinados en o alrededor del Partido Nacional Democrático, estos sectores han impedido cualquier tipo de participación en los beneficios a una clase media cada vez más pujante, pero sin perspectivas no ya de participar en el reparto de la tarta sino de encontrar un empleo cualificado y acorde con su formación.

De hecho, el Banco Mundial elogiaba al régimen egipcio una semana antes de iniciarse la revuelta y le consideraba el país el país del Norte de África con mejores resultados macroeconómicos en los últimos años, afirmando que su crecimiento sería del 5-7% para este 2011. Macroeconomía que no llegaba a la población y que la clase media veía pasar ante sus narices sin obtener beneficio alguno para ella. No digamos la clase obrera, obligada a vivir con sueldos miserables que de menos de dos euros al día.

Por lo tanto, la revuelta sólo era una cuestión de tiempo y el ejemplo de Túnez fue el detonante. Pero una revuelta no es una rebelión y ni mucho menos una revolución. Dirigida por esta clase media, no ha habido dirección y cuando ha aparecido ha sido de jóvenes pequeñoburgueses encadenados a un ordenador sin la menor experiencia en la lucha contra el régimen. Frente al espontaneísmo había enfrente una bien arraigada y unida institución militar que durante mucho tiempo se ha limitado a ejercer de “árbitro” mientras se decantaban los acontecimientos dejando astutamente a la policía como fuerza de choque del régimen contra las “legítimas aspiraciones” de los manifestantes. Con esta actitud, alentada por determinados medios de comunicación y con una clase media presa de su discurso de “protesta pacífica”, el Ejército no se ha visto como lo que es, el verdadero enemigo si se quiere una transformación real en Egipto, por mucho que proclame la entrega del poder en seis meses y acelere el proceso para la elaboración de una nueva Constitución en la que se van a mantener incuestionables las referencias económicas actuales.

Ha sido, sin duda, una movilización popular en la que ha habido una participación cada vez más activa de los trabajadores. Pero ha sido cuando éstos han tomado un mayor protagonismo y han radicalizado sus acciones (radical, de ir a la raíz de los problemas) como ocurrió en Suez, Port Said, Asyut, El Arish, Kafr el Dawwar y Mahalla al Kubra –entre otras localidades egipcias- con toma de edificios gubernamentales, quema de vehículos policiales y de comisarías (1), bloqueo de carreteras y con la puesta en marcha de una cadena de huelgas en todo el país que incluyeron la amenaza de cierre del canal de Suez cuando los militares han decidido que ya era suficiente y dieron el paso final de obligar a Mubarak a abandonar la presidencia pese a sus bravuconadas de mantenerse en ella hasta septiembre. El plantón en la Plaza de Tahrir se podía aguantar, una cadena de huelgas que pusieran en peligro de colapso al sistema, no.

Se puede hablar, sin recato, de golpe de Estado “blanco” por parte de un Ejército que depende como el pez del agua de la ayuda militar estadounidense –y EEUU anunció de inmediato la reanudación de la ayuda de 1.300 millones de dólares- para mantener su imagen. Una revuelta de la clase media es fácil de controlar aceptando algunas reformas políticas y sociales que no ponen en cuestión el sistema. Una revolución, no. Ya había pruebas suficientes del poder obrero en las huelgas del textil de 2007 y 2008 (2), donde no sólo se planteaban cuestiones económicas o laborales, sino políticas. La generalización de huelgas ha puesto tan nerviosos a los militares que los llamamientos a su cese y las apelaciones al “daño a la seguridad nacional” que causarían se han multiplicado con amenazas, más o menos explícitas, de intervención contra los huelguistas si no cesaban en sus reivindicaciones (3). Al menos en la combativa localidad de Mahalla los trabajadores del textil han decidido desoír las amenazas y continuar con las protestas, llegando a la retención de los directivos hasta lograr mejoras laborales y sociales.

Los blogueros, de la mano de los militares

Y aquí se ha visto claramente los objetivos reales de la revuelta de la clase media: uno de los iconos mediáticos, el famoso bloguero Wael Ghonim, detenido por el régimen durante los primeros días de la revuelta y ensalzado hasta la saciedad por la burguesía egipcia anti-Mubarak y por los medios occidentales en pleno, publicaba en Twitter un llamamiento a poner fin a las huelgas (4) nada más conocerse el comunicado leído por el vicepresidente Suleiman –impuesto por Mubarak- anunciando el abandono del hasta ese momento presidente y la formación de la Junta Militar que dirigirá el país “de forma interina”. Un llamamiento que él y otros blogueros han repetido unos días más tarde cuando, aupados en la cresta de la ola como “dirigentes de la protesta”, han sido recibidos por la Junta Militar para “escuchar sus demandas”.

Al igual que comenzó la revuelta, desde internet se han multiplicado los llamamientos a la desmovilización con una frase sospechosa, “objetivo cumplido” y con unos lemas abiertamente contrarrevolucionarios, si es que ha habido alguna revolución: “vamos a trabajar unidos por un nuevo Egipto, y con más fuerza” (sic). Y la desmovilización ha sido rápida sin que se haya logrado nada más que la renuncia de Mubarak. Cierto que ya no ejerce como presidente, que se han descolgado sus retratos y suspendido Parlamento y Constitución, pero su legado va a seguir intacto durante mucho tiempo: el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) se apresuró a anunciar que mantendrá de forma interina el mismo gobierno impuesto por Mubarak y que Egipto honrará todos los convenios internacionales sucritos (en referencia al acuerdo de paz con Israel y la entrega a este país de gas a precios subsidiados; el despliegue de soldados egipcios en el Sinaí, con la aquiescencia de Israel, hay que interpretarla en este sentido y para “proteger” el oleoducto, ya saboteado una vez en los primeros días de la revuelta). Es decir, los pilares que sustentan al sistema siguen intactos. La versión egipcia del “atado y bien atado” franquista. Además, sus primeras medidas anuncian tanto un “respeto a la policía”, pidiendo colaboración con ella pese al alto nivel de represión ejercido, como el mantenimiento de la política económica y financiera. Sin embargo esto, que constituye el eje vertebrados del régimen de Mubarak, ha sido convenientemente ocultado con el anuncio de entregar el poder a los civiles en seis meses, la celebración de elecciones libres –curiosamente muy cerca del mes de septiembre que siempre planteó Mubarak como fecha para su retirada- y la elaboración de una nueva Constitución que han encargado a “sabios” y de la que están ausentes de forma oficial, aunque no extraoficial, los partidos.

Se puede afirmar que la fase inicial de la revuelta ha alcanzado logros: Mubarak ha desaparecido del primer plano, hay más derechos sociales y los militares han prometido reformas y elecciones. Lo que se ha logrado es grande, pero no suficiente. Se van a hacer concesiones sin tocar la médula espinal del sistema, sobre todo en el ámbito económico. Si la clase media se conforma con ello la oligarquía militar seguirá controlando la parte del león de los recursos de Egipto. Será entonces el momento de la revolución. Pero enfrente ya no habrá una policía partidaria sino “democrática” ni un régimen odiado sino sustentado por una clase media y una burguesía que defenderán con uñas y dientes sus privilegios. La revuelta de la clase media ha sido compartida por la clase obrera, que ha aprovechado el tiempo para crear una nueva Federación Egipcia de Sindicatos y comités en muchas fábricas. Ha habido unidad en lo mínimo –renuncia de Mubarak, derechos sociales- pero poco más. El equilibrio de poder entre clases será decisivo a partir de ahora. La lucha de clases, de la que sólo se ha atisbado su comienzo, emergerá con fuerza y veremos cuántos de los que ahora simpatizan con la “revolución” egipcia se aprestan a hacer lo mismo ante la hipótesis de un gobierno no burgués.

Las consecuencias geopolíticas

Con las medidas anunciadas por el CSFA Israel ha respirado tranquilo por primera vez en casi tres semanas. EEUU y la UE se congratulan y hasta los muy modositos saudíes aplauden la salida que se ha dado a la crisis (su mercado de valores había caído una media del 6% desde el comienzo de la revuelta). Aunque con otros argumentos, el júbilo también se ha extendido a otras zonas y organizaciones, como Hizbulá, a quien el régimen de Mubarak satanizó y criminalizó por intentar apoyar a la resistencia palestina cuando Gaza sufría el ataque israelí a primeros de 2009. Un dato: durante los primeros días de la revuelta hubo una fuga masiva de presos, aunque algunos han dicho que fue alentada por el propio régimen para crear el caos. Fuese así o no, el hecho es que uno de los que escaparon fue el militante de Hizbulá encargado de formar la red de apoyo a los gazatíes durante la agresión israelí –y que había sido condenado a perpetuidad-, quien ya ha podido regresar a Líbano (5).

Sin duda es en el aspecto geopolítico donde la revuelta de la clase media egipcia va a tener más repercusiones a medio y largo plazo. La primera es que, pese al alivio sentido por la decisión del CSFA de mantener el acuerdo de paz, el tiempo ya no está a favor de Israel. Si hasta ahora su principal aliado era la debilidad de los regímenes árabes y el aplastamiento de sus poblaciones, a partir de ahora eso lo va a tener más difícil una vez se ha dado el paso de una cierta liberalización política. El simple hecho que pueda haber islamistas en los parlamentos hace más difícil la sistemática política de sumisión a los designios israelo-estadounidenses y, consiguientemente, se disminuye la capacidad de la política coercitiva sionista. Ni siquiera EEUU puede agitar otra vez el espantajo del enfrentamiento suní-shií, como ha venido haciendo en su campaña contra Irán. Los Hermanos Musulmanes de Egipto, suníes, el mejor, más numeroso y disciplinado grupo político tienen unos lazos históricos con Irán que se remontan a la década de 1970. Uno de los ideólogos de la Revolución Islámica iraní, Ali Shariati, cita con frecuencia el pensamiento de uno de los principales ideólogos de los Hermanos Musulmanes, Syed Qutb. Y cuando un comando de militantes de esta organización dio muerte en 1981 al antecesor de Mubarak, Anwar Sadat, por haber firmado el acuerdo de paz con Israel los familiares de la mayor parte de los integrantes de ese comando recibieron asilo en Irán. Además, ante el incremento de la represión del régimen egipcio contra los HM a partir de ese año, muchos de sus principales dirigentes recalaron en Irán. Por sorprendente que parezca, a EEUU e Israel sólo les queda Al Qaeda –y Arabia Saudita- para alentar este enfrentamiento interreligioso. Tampoco conviene olvidar que antes de esta revuelta de la clase media, Israel ya había perdido a su aliado tradicional turco como consecuencia de la masacre de la flotilla, Siria ha venido recuperando poder político a nivel regional (6) e Irán acrecienta su influencia en todo Oriente Próximo. Hay un nuevo equilibrio de poder en Oriente Próximo y el papel de EEUU e Israel se debilita cada día que pasa. Con la excepción de Libia, las revueltas sacuden países gobernados por aliados de EEUU y que hacen la vista gorda con Israel. Se asiste a una nueva correlación de fuerzas en las que las organizaciones de la resistencia han ganado nuevas dosis de moral y confianza. El hecho, insólito, de que el secretario general de Hizbulá, Hasán Nasralá, amenazase públicamente a Israel con “liberar” Galilea si existe una nueva guerra contra Líbano (7) pone claramente de manifiesto la debilidad de las posiciones de los sionistas y sus aliados.

Egipto mantendrá su línea económica capitalista, pero ya no será una potencia regional porque, entre otras cosas, le costará un tiempo largo al nuevo gobierno asentarse tanto a nivel interno como externo y una de sus principales piedras de toque será la actitud hacia Gaza y Hamás, así como hacia otras fuerzas de la resistencia árabe como Hizbulá. Y, en cualquier caso, si había una remota posibilidad de ataque israelo-estadounidense contra Irán, se ha esfumado como una pompa de jabón. Un ataque en esta situación socio-política tan frágil sería el fin no ya de un Egipto “moderado”, sino de toda una región al completo tal y como ahora la conocemos. Sin pretenderlo, desde luego, esta ha sido la gran contribución de Mubarak con su empecinamiento en mantenerse en el poder hasta el último momento.

Notas:

(1) Hossam el-Hamalawy, 9 de febrero de 2011. El Ministerio del Interior egipcio habla de 99 comisarías atacadas y de “decenas” de vehículos policiales incendiados, aunque no proporciona ninguna cifra exacta.

(2) Joel Beinin y Hossam el-Hamalawy: “El sector obrero egipcio hace frente al nuevo orden económico” http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article48

(3) Prensa Latina, 14 de febrero de 2011.

(4) www.arabawy.org, 11 de febrero de 2011.

(5) The Daily Star, 8 de febrero de 2011.

(6) Alberto Cruz, “Siria logra una nueva correlación de fuerzas en Oriente Próximo” http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article852

(7) As-Safir, 17 de febrero de 2011.

viernes, 18 de febrero de 2011

"La izquierda" conspirativa: Túnez y Egipto


Una vez repuesta de la sorpresa causada por los recientes levantamientos populares en Túnez y Egipto, una parte de esa "izquierda" que se autoproclama anticapitalista y revolucionaria –en realidad profundamente antimaterialista y antidialéctica- ha comenzado a construir y difundir una "explicación" conspirativa de los motivos "reales" que han provocado dichas revueltas.

Esta "izquierda" claudicante y renca que ha terminado por convertir a la CIA en el genio omnipotente detrás de todo acontecimiento inesperado –inesperado por ella, claro-, esta "izquierda" baldada de puro ciática, es la misma "izquierda" (n)eurocomunista que atribuía a la agencia de inteligencia norteamericana, allá por el año 1973, la ejecución de Carrero Blanco –Carrillo dixit-; la misma que hoy –qué le importa a ella el movimiento de las placas tectónicas y la geología- nos "explica" la artificialidad del terremoto de Haití de 2010; la misma que ha "descubierto", para mayor tranquilidad espiritual de los creyentes en el Más Allá de la política o en la política del Más Allá, las claves "izquierdistas" de la conspiración del 11-M, opuestas a las de los ex neurocomunistas de Libertad Digital…

La explicación conspirativa prescinde del análisis de clase cuando analiza los objetos de su interés: para esta "izquierda" es inconcebible –sin el concurso de la CIA (o sin el de CCOO y UGT)- que el pueblo, en su acepción más ruda y también más noble y elevada, pueda salir a la calle a partirse el pecho contra la miseria y la corrupción, y que se lo partan. El desprecio intelectual y moral que esta "izquierda" siente por la fuerza elemental y tsunámica de las masas populares, la conduce a la aberración de ver en los régimenes de Ben Ali o Mubarak, (o en Toxo y Mendez), algo progresista.

¡Claro que de estas revueltas no va a surgir socialismo! Pero no porque la CIA esté detrás de los movimientos populares, de los estallidos de energía revolucionaria, sino porque no existe partido revolucionario: estas explosiones populares son condición necesaria de todo movimiento revolucionario pero jamás habrá socialismo sin partido revolucionario, sin Partido Comunista. Negar la revuelta, la rebelión, es negar la posibilidad del socialismo. Negar el partido es negar el socialismo mismo.

Éste es el oscuro papel de esta "izquierda" conspirativa, cuya "agudeza" lunática es sólo el reflejo de su propia inoperancia; inoperancia, en cualquier caso, paradójicamente activa y disolvente al inocular en el movimiento obrero, por una parte, ese veneno del fatalismo derrotista nacido de la insignificancia en la autoconsideración, de la decadente conciencia de la supuesta nulidad de la fuerza propia ante "gigantes" como la CIA, CCOO, UGT, la Trilateral, Rubalcaba, etc… ; y, por otra, al alejarle del análisis científico sobre de los procesos sociales, al privarle de la ciencia del socialismo para su comprensión del mundo.

Frente a esta "izquierda", en que la necesidad de partido revolucionario desaparece por la mágica omnipotencia de las fuerzas ocultas de un enemigo tentacular –trasunto del ogro infantil, paralizante y anestésico-, en que la fuerza revolucionaria del pueblo es sutituida por el gesto, el ropaje, la opinión del intelectual alternativo de turno sobre cómo conducir nuestra vida íntima, personal, individual, hay que decir que la izquierda es ira del pueblo, es lucha de clases, y, sobre todo, es partido revolucionario, Partido Comunista que canalice esa energía hacia el poder y la construcción de la sociedad socialista.

Hacen falta, nos hacen falta, muchos túneces y egiptos, y más falta aún el instrumento, la palanca para nuestra victoria: el Partido. Sólo está en nuestras manos dotarnos de él. Que nadie espere que nos lo cree la CIA o el Grupo Bilderberg."

sábado, 5 de febrero de 2011

India: ¡Acabar con los asesinatos de la policía y con la destrucción capitalista de la naturaleza!


Leído en el blog comunista camarada ODIO DE CLASE

http://odiodeclase.blogspot.com/2011/02/india-acabar-con-los-asesinatos-de-la.html

Traducido por ODIO DE CLASE

¡ACABAR CON LOS ASESINATOS DE LA POLICÍA Y CON LA DESTRUCCIÓN CAPITALISTA DE LA NATURALEZA!

PARTIDO COMUNISTA DE LA INDIA (MAOÍSTA)

COMITÉ CENTRAL

Comunicado de prensa

12 de enero de 2011

¡Condenar los falsos enfrentamientos y los asesinatos indiscriminados de la policía y las fuerzas paramilitares en Odisha (1)!

¡El pueblo derrotará sin duda la conspiración de Naveen Patnaik [Primer Ministro del estado de Odisha] que pretende entregar los recursos naturales de Odisha a las grandes empresas diezmando el movimiento revolucionario maoísta!

Como parte de la gigantesca ofensiva llamada Operación “Green Hunt” [“cacería verde”, en inglés], que llevan a cabo coordinadas por los gobiernos central y estatales con el objetivo declarado de diezmar por completo el movimiento revolucionario maoísta, las fuerzas especiales de la policía y de los paramilitares han recurrido sistemáticamente al asesinato indiscriminado a lo largo de estos dos últimos meses en Odisha. Dichos asesinatos han costado la vida a casi 25 personas, muertas a sangre fría en diversos incidentes. De ellos, la mayoría fueron falsos enfrentamientos; el resto fueron incidentes en los que cientos de policías y paramilitares con información concreta para la localización de las fuerzas de la guerrilla dispararon indiscriminadamente contra los guerrilleros y las gentes que se encontraban con ellos.

Recientemente, el 12 de enero de 2011, en un “enfrentamiento” en una zona boscosa en el distrito de Keonjhar, murieron dos maoístas mientras que el 9 de enero de 2011, en otro supuesto enfrentamiento en las montañas de Bandhkamali, en la zona de Niyamgiri del distrito de Rayagadha, nueve camaradas alcanzaron el martirio. Ravi, uno de los camaradas mártires, era un importante dirigente que había trabajado con el pueblo oprimido de Odisha durante los últimos años. Procedía del distrito de Godavari Oriental en Andhra Pradesh. Tan sólo una semana antes, el 2 de enero de 2011, en un enfrentamiento que se dijo había tenido lugar en los bosques de Rayaghati en la zona de Kalinganagar en el distrito de Jajpur, cinco maoístas, tres mujeres entre ellos, alcanzaron el martirio. Uno de estos mártires era miembro del Comité Zonal de la zona de Kalinganagar. Estaban preparando actividades de masas con ocasión del quinto aniversario de la matanza de adivasis del 2 de enero, cuando ocurrió el incidente. El 29 de diciembre de 2010, en un supuesto enfrentamiento en la zona del bosque de Talpada del distrito de Keonjhar, una camarada alcanzó el martirio. Antes de ello, durante la cuarta semana de diciembre, la policía anunció que tres maoístas habían muerto en un enfrentamiento en la zona del bosque de Adaba en el distrito de Gajapati. A comienzos de enero, en otro supuesto enfrentamiento, en el distrito de Bargarh, murieron dos personas: el pueblo declaró que era gente corriente y que la policía los había matado a sangre fría. Unos días antes, algunos artículos de prensa señalaron que incluso el enfrentamiento en el distrito de Gajapati también había sido un montaje y que en él había muerto gente corriente. Aunque el pueblo y los demócratas han organizado protestas a gran escala contra estos falsos enfrentamientos, al gobierno de Naveen le traen sin cuidado y recurre sin el menor escrúpulo a los asesinatos de gente corriente y de revolucionarios.

Odisha es un estado muy rico en agua y en recursos mineros y forestales, pero se ha convertido en un lugar donde campa a sus anchas la muerte a causa de la pobreza y el hambre. Odisha cuenta con las mayores reservas de hierro y dispone de muchos otros recursos minerales valiosos. Pero toda esta riqueza está llenando las arcas de los ricos mientras se deterioran las condiciones de vida de los pobres. En los últimos 63 años de la llamada independencia, el pueblo oprimido de Odisha, especialmente los adivasis, está siendo aplastado bajo la bota de la explotación feudal e imperialista. El gobierno de Odisha, dirigido por el jefe de la mafia minera Naveen Patnaik, ha convertido Odisha en el paraíso de las grandes empresas mineras mediante la firma de innumerables memorandos de entendimiento con ellas. Se firmaron más de 49 memorandos de entendimiento relacionados con acerías, más de 20 memorandos de entendimiento relacionados con centrales térmicas, y otros más relativos a proyectos de refinado de alúmina y un puerto. El memorando de entendimiento por valor de 550 mil millones de rupias firmado con la multinacional Posco, de Corea del Sur, es la mayor inversión extranjera directa en toda la India. El gobierno de Odisha violó desvergonzadamente sus propias leyes al conceder permisos a Tata en Kalinganagar y a Vedanta en Niyamgiri, aparte de a Posco. Todos estos memorandos de entendimiento han arrastrado al pueblo de Odisha a una miseria incalculable. Estos memorandos de entendimiento llevarán a la destrucción de los bosques, las tierras, el agua, el ecosistema y de todos los ámbitos vitales del pueblo de Odisha. Podría llegar a ser uno de los mayores desastres provocados por el hombre en el mundo. Por eso el pueblo de Odisha lucha contra esta atrocidad y contra la explotación.

En el pasado reciente, el pueblo de Odisha se movilizó y se sigue movilizando contra la explotación y las atrocidades de las grandes empresas multinacionales y de las grandes empresas de la burguesía compradora como Tata, Vedanta, Posco, etc., y también contra la explotación feudal en la zona Narayanapatna en el distrito de Koraput. El gobierno empleó la fuerza bruta contra estas luchas y mató a mucha gente. El 2 de enero de 2006, la policía disparó sobre los adivasis que se negaron a entregar sus tierras cultivables a la empresa Tata Steel en Kalinganagar, matando por lo menos a catorce de ellos. En muchos otros casos, hubo heridos y muertos por disparos de la policía. El pueblo organizó movilizaciones contra las minas de bauxita de la empresa Vedanta en la zona de Niyamgiri y contra la refinería de alúmina de Vedanta en Lanjigarh. Iniciadas las perforaciones antes de las movilizaciones populares, el gobierno central canceló el permiso de Vedanta alegando que había violado las normas y reglamentos. Pero el pueblo sigue movilizándose pues siente que la presencia de la refinería de Vedanta en Lanjigarh es perjudicial para su propia existencia y que afectará negativamente a sus tierras y al ecosistema. El pueblo de Odisha lucha contra todas estas agresiones en muchos lugares. El partido maoísta dirige estas movilizaciones en muchos partes y las apoya en otras. Lo más importante es que el pueblo acoge con beneplácito la dirección de los maoístas y espera su llegada. El pueblo de Odisha se ha dado cuenta de que no hay ningún partido político más allá del partido maoísta que pueda poner fin a la explotación feudal e imperialista. El movimiento maoísta se está expandiendo a muchas nuevas zonas. El gobierno de Naveen Patnaik, con el pleno apoyo del gobierno central de la UPA [“Alianza Progresista Unida” en sus siglas en inglés] recurre a esas matanzas precisamente porque los maoístas constituyen el principal obstáculo a su saqueo generalizado de recursos. A nadie de cabe la menor duda de que el cruel asesinato de nueve revolucionarios en la zona de Niyamgiri se produjo con el fin de facilitar el saqueo al por mayor de Vedanta, y bajo sus auspicios. Del mismo modo, también está muy claro que las matanzas fascistas a que recurre el gobierno en la zona de Kalinganagar (en los distritos de Bhubaneswar y Keonjhar) tienen por objeto facilitar la explotación de empresas como Tata, a la espera, entre bastidores, de ocupar toda esta zona. Naveen Patnaik, que está amasando miles de millones de rupias en su calidad de figurante de las grandes empresas, y su maquinaria administrativa se sienten seriamente amenazados por la existencia del movimiento maoísta. Por ello recurren a la agresión fascista contra el pueblo y contra la guerrilla gastando a gran escala miles de millones de rupias en dotar de más medios a la policía, a las fuerzas de comando (SOG [“Grupo Especial de Operaciones”, en sus siglas en inglés]), a los SPO [¿“Oficiales Especiales de Policía”?] y a sus redes de informadores.

La historia ha demostrado muchas veces que es imposible eliminar los movimientos populares con asesinatos, ofensivas y campañas de represión. El burgués comprador Naveen Patnaik, el ex director de Vedanta y el jefe de la actual Operación “Green Hunt”, Chidambaram, junto con otros oligarcas de la clase dominante y sus amos imperialistas sueñan que son capaces de despejar de obstáculos el camino de la explotación a las clases feudales y a las grandes empresas aplastando el movimiento revolucionario maoísta. Al pueblo no le queda otro remedio que dar un paso adelante en su militancia para intensificar sus luchas. Aunque el incremento de los falsos enfrentamientos en los últimos días ponga de relieve la intensidad de la ofensiva contra los maoístas, se debe interpretar como parte de la ofensiva general contra todos los movimientos populares que luchan contra el saqueo. Sólo podemos parar estas matanzas tomando las armas y combatiendo unidos contra las políticas antipopulares y proimperialistas seguidas por el gobierno, sediento de sangre, de Naveen, y contra la explotación de las grandes empresas.

El Comité Central del PCI (Maoísta) hace un llamamiento a todo el pueblo de nuestro país y a todos los demócratas para que condenen en los términos más rotundos estas matanzas atroces y los falsos enfrentamientos. Hacemos un llamamiento al pueblo para que exija una investigación judicial independiente de todos los incidentes en que se disparó sobre las masas y que exija el castigo para todos los funcionarios de policía involucrados en ellos. Hacemos un llamamiento a todos para que sean conscientes de que estas ofensivas no se dirigen exclusivamente contra el movimiento maoísta sino que tienen por objeto a todos aquellos que levantan la voz o luchan contra el saqueo de las grandes empresas. Nuestro Comité Central hace un llamamiento a todas las fuerzas democráticas, progresistas y patrióticas para que se unan y luchen contra la explotación de las grandes empresas y contra las matanzas perpetradas por los gobiernos central y estatales, y contra de la Operación “Green Hunt” emprendida para lograr el saqueo incesante de nuestros recursos.

(Abhay)

Portavoz,

Comité Central,

PCI (Maoísta)

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(1) El estado de “Odisha” también recibe el nombre de “Orissa”.